5. Validación argentina del inventario de sexismo ambivalente Descargar este adjunto (5 - Alternativas en Psicología - 26.pdf)

Juan Diego Vaamonde 1 y Alicia Omar 2

Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
Universidad Nacional de Rosario, Argentina

El objetivo del presente estudio consistió en adaptar y validar el inventario de sexismo ambivalente (asi) de Glick y Fiske para su empleo en sujetos argentinos. Con tal propósito, luego de analizar la equivalencia conceptual, semántica y operacional de la versión inglesa del instrumento, se administró una versión adaptada a una muestra de 345 argentinos (53% varones, con una edad promedio de 28.2 años), junto con las escalas de neosexismo, actitudes sociales y deseabilidad social. El análisis factorial exploratorio mostró una estructura de cuatro factores que explica 52.6% de la varianza total. El análisis factorial confirmatorio ratificó la estructura obtenida, mostrando que el modelo presenta buenos índices de ajuste. La validez del asi quedó demostrada con base en los análisis de correlación efectuados. La confiabilidad del instrumento alcanzó niveles satisfactorios. Se discuten los resultados obtenidos y se proponen sugerencias para futuras investigaciones en el área.

Palabras clave. Inventario de sexismo ambivalente, validación argentina, adultos.

The aim of this study was to adapt and validate the ambivalent sexism inventory (asi ) by Glick and Fiske for its use with Argentinian subjects. After analyzing the conceptual, semantic and operational equivalence of the english version of the instrument, the adapted version was administered to a sample of 345 Argentinians (53% male, mean age 28.2 years), together with scales of neosexism, social attitudes and social desirability. Exploratory factor analysis showed a four-factor structure that explained 52.6% of the total variance. Confirmatory factor analysis corroborated the previous structure, showing that the model presents good fit indices. Correlation analysis demonstrated the validity of the asi. The reliability of the inventory reached satisfactory levels. Results are discussed in light of the theory, and suggestions for future research in the area are provided.

Key words. Ambivalent sexism inventory, Argentine validation, adults.

Introducción

Tradicionalmente, los psicólogos sociales han definido el sexismo en términos de prejuicio negativo y discriminación hacia las personas en función de su género. A pesar de la amplia aceptación de esta concepción, la misma asimila el prejuicio sexista con aquellas actitudes peyorativas y de claro rechazo hacia hombres o mujeres, desconociendo las nuevas formas de expresión más sutiles del fenómeno (Formiga & Barros da Silva Neta, 2009; Moya, 2004). Considerando esta limitación en el uso clásico del concepto sexismo y, teniendo en cuenta los estudios previos sobre racismo moderno, en 1996 Glick y Fiske presentaron su teoría del sexismo ambivalente, postulando la existencia simultánea de actitudes positivas y negativas dirigidas hacia hombres y mujeres. Si bien el sexismo se aplica a ambos sexos, en la actualidad esta problemática es mayormente estudiada con relación a las mujeres debido a las desigualdades estructurales que este grupo enfrenta a nivel transcultural (Forbes, Adams-Curtis, & White, 2004; Recio, Cuadrado, & Ramos, 2007; Swim & Hyers, 2009).

Desde sus inicios, el sexismo fue definido como un constructo multidimensional (Glick & Fiske, 1996) integrado por dos componentes diferenciados, aunque interrelacionados: el sexismo hostil (SH) y el sexismo benévolo (SB). El SH se refiere a las actitudes negativas y de franca intolerancia hacia las mujeres, basadas en estereotipos sobre su supuesta debilidad e inferioridad. Este tipo de actitudes coincide con la clásica definición de Allport (1954) del prejuicio como antipatía. El SB alude al conjunto de actitudes sexistas hacia las mujeres consideradas de forma estereotipada y limitadas a ciertos roles (madre, esposa, ama de casa); actitudes que, no obstante, conllevan un tono afectivo positivo, suscitando comportamientos prosociales o de búsqueda de intimidad. De este modo, un individuo –hombre o mujer– que puntúa alto en ambos tipos de actitudes –hostiles y benévolas– puede ser caracterizado como sexista ambivalente (Glick et al., 2000).

Para comprender globalmente este fenómeno, Glick y Fiske (1996, 2001) propusieron diferenciar tres subcomponentes tanto del SH como del SB, a saber: el paternalismo, la diferenciación de género y la heterosexualidad. Por lo que cada uno de estos dominios tendría un aspecto hostil y uno benévolo que servirían para justificar las condiciones sociales y biológicas que caracterizan las relaciones entre los géneros. De este modo, el SH estaría compuesto por: (1) el paternalismo dominante (la creencia de que las mujeres no son personas suficientemente competentes y, por lo tanto, necesitan del hombre como figura masculina superior); (2) la diferenciación de género competitiva (la creencia de que las mujeres como grupo son inferiores, justificando el poder estructural masculino); y (3) la hostilidad heterosexual (componente que fusiona el sexo con el poder, expresando la creencia sobre la peligrosidad de la sexualidad femenina para ganar dominio sobre los hombres). En tanto que el SB estaría integrado por tres subfactores: (1) el paternalismo protector (la visión de que los hombres deberían proteger y proveer a las mujeres de quienes dependen); (2) la diferenciación de género complementaria (la creencia de que las mujeres efectivamente tienen rasgos positivos pero sólo si se ajustan a roles de género convencionales de bajo estatus, complementarios a los del hombre); y (3) la intimidad heterosexual (la creencia de que las relaciones románticas heterosexuales son esenciales para que hombres y mujeres alcancen la verdadera felicidad; implica, asimismo, que la motivación sexual del hombre puede estar asociada a un genuino deseo de intimidad psicológica con la mujer).

Como corolario de sus postulaciones teóricas, Glick y Fiske desarrollaron el Inventario de Sexismo Ambivalente (Ambivalent Sexism Inventory, ASI), posicionándose como el único instrumento que explora la naturaleza multidimensional del sexismo. Teóricamente, el ASI debía medir las dos modalidades del sexismo, con sus tres facetas referidas al paternalismo, la diferenciación de género y la heterosexualidad. No obstante, el análisis factorial efectuado en base a una muestra inicial de 2250 mujeres y varones norteamericanos, demostró la existencia de tres subfactores para el SB pero no arrojó evidencia de ningún subfactor para el SH. Por lo que la versión definitiva del inventario quedó integrada por 22 reactivos que exploran el SH como un factor único y el SB a través de tres componentes (paternalismo protector, diferenciación de género complementaria, e intimidad heterosexual). Los ítems tienen un formato de oraciones afirmativas y los sujetos deben indicar su grado de acuerdo o desacuerdo en una escala tipo Likert.

El ASI posee algunas similitudes y diferencias con respecto a escalas anteriores para medir el sexismo. En este sentido, explora actitudes tradicionales sobre las relaciones de género, tal como lo hace la Escala de Actitudes hacia las Mujeres de Spence y Helmreich (1972), mientras que, a diferencia de las Escalas de Sexismo Moderno (Swim, Aikin, Hall, & Hunter, 1995) y de Neo-Sexismo (Tougas, Brown, Beaton, & Joly, 1995), aborda aspectos vinculados con la dinámica de las relaciones interpersonales. Sin embargo, la fortaleza distintiva del ASI radica en la exploración de una forma singular del sexismo, el benévolo, no considerada por instrumentos anteriores.

Con el propósito de validar transculturalmente el ASI, Glick y sus colaboradores (2000) verificaron el modelo factorial inicial en 16 de los 19 países participantes de su estudio (Alemania, Australia, Bélgica, Botswana, Brasil, Chile, Colombia, Corea del Sur, Cuba, EE.UU., España, Inglaterra, Italia, Japón, Nigeria, Países Bajos, Portugal, Sudáfrica, Turquía). Si bien esta investigación estuvo prácticamente limitada a muestras de estudiantes universitarios, aportó evidencias en el sentido que el SH y el SB son ideologías transculturales y que el ASI es un instrumento válido para su medición, con elevados coeficientes de confiabilidad. Comparaciones del ASI con otras escalas de sexismo han mostrado una adecuada validez convergente para la escala de SH, así como aceptable validez discriminante para la escala de SB (Glick & Fiske, 2001).

Si bien se han efectuado estudios de validación del ASI en España (Expósito, Moya, & Glick, 1998), Brasil (Formiga, Gouveia, & dos Santos, 2002), Chile (Cárdenas, Lay, González, Calderón, & Alegría, 2010) y México (Cruz Torres, Zempoaltecatl Alonso & Correa Romero, 2005), hasta la fecha no se han verificado las propiedades de este instrumento con muestras argentinas. De allí que el objetivo del presente trabajo fue adaptar, validar y explorar las propiedades psicométricas del ASI para su empleo en el contexto argentino.

Método

Para efectuar la adaptación y validación del ASI, se optó por el método popularizado por Hasselmann y Reichenheim (2003), quienes sugieren realizar una equivalencia conceptual, semántica, operacional y de medición. La equivalencia conceptual se refiere al grado de equivalencia del constructo entre la cultura donde fue desarrollado el instrumento y la cultura objetivo. En el presente estudio se efectuó una exhaustiva revisión bibliográfica sobre el tema “sexismo”, la que indicó que, hasta el momento, el ASI ha sido validado con más de 15.000 sujetos en diferentes países, verificándose su equivalencia conceptual a nivel transcultural (Cárdenas et al., 2010; Glick et al., 2000). Simultáneamente, todos los ítems fueron sometidos a una intensa revisión crítica con el propósito de determinar su adecuación para el grupo objetivo.

La equivalencia semántica consiste en la traducción del instrumento conservando el significado entre ambos idiomas. En este caso, la equivalencia semántica se analizó en cuatro etapas: a) el inventario original se tradujo del inglés al español (argentino); b) expertos en inglés retradujeron los ítems; c) traductores de inglés compararon las dos formas del instrumento “a ciegas” con el propósito de identificar el grado de concordancia entre el ítem original y el ítem traducido; y d) tomando en cuenta las apreciaciones de los especialistas, se definió la traducción final de los ítems que integrarían la versión argentina de la escala. Tal versión prototípica fue administrada a una muestra por disponibilidad de la población objetivo integrada por 102 sujetos (58.8% varones), con una edad promedio de 33.4 años (DE = 12.7). Este estudio piloto tuvo como finalidad explorar la equivalencia operacional, referida al análisis de la adecuación semántica y sintáctica de los ítems, la claridad de las instrucciones para efectuar la tarea y el tiempo para completar el inventario. Se demostró que los ítems eran bien comprendidos, que las instrucciones estaban claramente indicadas y que la escala Likert de 5 puntos elegida no generaba dificultades.

La equivalencia de medición busca analizar las propiedades psicométricas de un instrumento a través del cálculo de medidas de confiabilidad y validez. Para el presente estudio, se analizó la validez mediante un análisis factorial exploratorio (AFE) y, posteriormente, un análisis factorial confirmatorio (AFC) para verificar la adecuación del modelo. La validez convergente se calculó mediante correlaciones bivariadas entre las dimensiones del ASI y medidas de neosexismo, actitudes sociales y deseabilidad social. La validez discriminante de la dimensión SB fue explorada mediante análisis de correlación parcial. Finalmente, la confiabilidad del instrumento se determinó por medio del cómputo de los coeficientes alpha de Cronbach (α).

Sujetos

La muestra final estuvo integrada por 345 argentinos, radicados en la zona centro del país, de los cuales 130 eran estudiantes y 215 eran empleados de organizaciones públicas y privadas. El promedio de edad de los participantes fue de 28.2 años (DE = 11.3) y el 53% eran varones. La antigüedad media de los empleados ascendió a 6.4 años. En cuanto al nivel educacional, el 64.4% tenía formación terciaria o universitaria, en tanto que el resto había completado sus estudios secundarios.

Instrumentos

Los participantes respondieron la versión adaptada del ASI, integrada por 22 ítems con formato tipo Likert de 5 puntos, variando de 1 (“muy en desacuerdo”) a 5 (“muy de acuerdo”). La batería de exploración se completó con una selección de instrumentos desarrollados para medir los siguientes constructos:

Neosexismo. Se exploró mediante la adaptación española (Moya & Expósito, 2001) de la escala homónima desarrollada por Tougas et al. (1995). La misma consta de 11 ítems (ej. “Las demandas de las mujeres por la igualdad entre los sexos son exageradas”; α= .84) con un formato Likert de 5 puntos similar al mencionado anteriormente. A mayor puntaje, mayores actitudes neosexistas.

Actitudes Sociales. Se exploraron mediante la versión validada por Omar (2005) del Inventario de Actitudes Sociales desarrollado por Eysenck (1996). Este instrumento está integrado por 28 oraciones afirmativas presentadas con un formato Likert de 5 puntos. Mide la dimensión Mentalidad dura-Mentalidad tierna a través de 18 ítems (ej. “los judíos son ciudadanos tan valiosos como cualquier otro grupo”; α= .70) y la dimensión Conservadurismo-Radicalismo a través de 10 ítems (ej. “nuestro trato a los criminales es demasiado severo, deberíamos tratar de curarlos y no de castigarlos”; α= .75). A mayor puntaje en cada dimensión, mayor mentalidad tierna y mayores actitudes radicalizadas, respectivamente.

Deseabilidad Social. Se exploró mediante la versión validada por Omar (1988) de la escala de Deseabilidad Social del Cuestionario de Personalidad de Eysenck (EPQ, Eysenck & Eysenck, 1975). El instrumento consta de 21 ítems de opción forzada (Sí/No), con α = .74. A mayor puntaje, mayor deseabilidad social.

El protocolo de recolección de datos incluyó, además, un apartado diseñado para recabar información acerca de la edad, el sexo, el nivel de escolaridad y la religión de los participantes. En el caso de los trabajadores, se añadió la variable antigüedad laboral.

Procedimiento

La recolección de los datos se efectuó en el seno de aquellas organizaciones públicas y privadas que, luego de conocer los objetivos del estudio, aceptaron formar parte de la investigación. Los participantes respondieron los cuestionarios de manera individual o en pequeños grupos, en los lugares físicos especialmente destinados por las autoridades organizacionales para tal propósito. En todos los casos, se explicó el propósito del estudio y la modalidad de respuesta, asegurando el anonimato y la confidencialidad. Para participar, los sujetos firmaron un formulario de consentimiento informado.

Resultados

Equivalencia semántica del ASI

La equivalencia semántica de la versión argentina fue determinada en función de dos categorías de análisis. Por un lado, el significado referencial –vinculado a la concordancia en términos de traducción literal entre el ítem original y el ítem traducido– fue evaluado sobre una escala visual analógica en la que la equivalencia entre pares fue juzgada de 0 a 100%. En este sentido, se logró una equivalencia cercana al 100%. Por otro lado, el significado general –referido a una concordancia más amplia, en términos de articulación de ideas entre el ítem original y su retraducción– fue evaluado por dos traductores en función de cuatro niveles de equivalencia: inalterado, poco alterado, bastante alterado y completamente alterado. Ambos profesionales acordaron en que la adaptación semántica del ASI alcanzó elevados niveles de concordancia traducción-retraducción. Los resultados de este último análisis se presentan en la Tabla 1.

Tabla 1. Niveles de equivalencia semántica entre la versión original en inglés y la versión en español del ASI (Glick & Fiske, 2001)

Nivel de equivalencia

Traducción-retraducción
(inglés-español-inglés)

Traductor 1

Traductor 2

Inalterado

18/22 = 82%

17/22 = 77%

Poco alterado

4/22 = 18%

5/22 = 23%

Bastante alterado

0/22 = 0%

0/22 = 0%

Completamente alterado

0/22 = 0 %

0/22 = 0 %

Equivalencia de medición del ASI

Los datos del ASI fueron sometidos, en primer lugar, a un análisis de componentes principales con rotación Oblimin, ya que existía la hipótesis de que los factores de la escala estuvieran correlacionados. Para la asignación de los ítems a cada factor se utilizaron dos criterios: a) que el reactivo estuviera conceptualmente relacionado con el factor considerado, y b) que tuviera un peso factorial mayor a .32 en el factor correspondiente (Tabachnick & Fidell, 2007). El índice de adecuación muestral de Kaiser-Meyer-Olkin fue de .88 y el test de esfericidad de Barlett = χ2 2621.01, gl = 231, p < .000. Tal como lo indicó el gráfico de sedimentación (scree plot), se extrajeron cuatro factores que explicaron el 52.61% de la varianza total. Estas dimensiones fueron identificadas como sexismo hostil (factor 1) y los tres subcomponentes del sexismo benévolo: paternalismo protector (factor 2), diferenciación de género complementaria (factor 3) e intimidad heterosexual (factor 4). Los resultados de este análisis se presentan en la Tabla 2.

Tabla 2. Análisis de componentes principales del ASI con rotación Oblimin

Nº y contenido del ítem

Factores

1

2

3

4

Sexismo Hostil

 

 

 

 

2

Con el pretexto de pedir “igualdad”, muchas mujeres buscan privilegios especiales, tales como condiciones de trabajo que las favorezcan por sobre los hombres

.57

 

 

 

4

 

.57

 

 

 

5

Las mujeres se ofenden muy fácilmente

.71

 

 

 

7

Las mujeres feministas quieren que la mujer tenga más poder que el hombre

.69

 

 

 

10

 

.68

 

 

 

11

Las mujeres intentan ganar poder controlando a los hombres

.72

 

 

 

14

Las mujeres exageran los problemas que tienen en el trabajo

.72

 

 

 

15

Una vez que una mujer logra que un hombre se comprometa con ella, por lo general intenta controlarlo estrechamente

.71

 

 

 

16

Cuando las mujeres son vencidas por los hombres en una competición justa, generalmente se quejan de haber sido discriminadas

.72

 

 

 

18

Para burlarse de los hombres, muchas mujeres primero se les insinúan sexualmente y luego rechazan sus avances

.61

 

 

 

21

Las mujeres feministas están haciendo demandas irracionales a los hombres

.65

 

 

 

Sexismo Benévolo: Paternalismo protector

 

 

 

 

3

En una catástrofe, las mujeres deben ser rescatadas antes que los hombres

 

.66

 

 

9

Las mujeres deben ser queridas y protegidas por los hombres

 

.42

 

 

17

Una buena mujer debería ser puesta en un pedestal por su hombre

 

.57

 

 

20

Los hombres deberían estar dispuestos a sacrificar su propio bienestar con el fin de proveer seguridad económica a las mujeres

 

.32

 

 

Sexismo Benévolo: Diferenciación de género complementaria

 

 

 

 

8

Muchas mujeres se caracterizan por una pureza que pocos hombres poseen

 

 

.72

 

19

Las mujeres, en comparación con los hombres, suelen ser más sensibles frente a cuestiones morales

 

 

.68

 

22

Las mujeres, en comparación con los hombres, suelen tener un sentido más refinado de la cultura y el buen gusto

 

 

.72

 

Sexismo Benévolo: Intimidad heterosexual

 

 

 

 

1

Aun cuando logre muchas cosas en la vida, un hombre nunca podrá sentirse verdaderamente completo como persona a menos que tenga el amor de una mujer

 

 

 

.83

6

Las personas no pueden ser verdaderamente felices en sus vidas a menos que tengan pareja del sexo opuesto

 

 

 

.57

12

Todo hombre debe tener una mujer a quien amar

 

 

 

.79

13

El hombre está incompleto sin la mujer

 

 

 

.79

 

Porcentaje de Varianza explicada

28.21

4.65

6.41

13.34

 

Varianza explicada total

52.61%

 

Alpha de Cronbach (α)

.88

.65

.61

.79

 

Alpha de Cronbach (α) total

.87

A continuación, se calcularon dos AFC con el auxilio del software AMOS 7.0, partiendo de dos modelos a priori de la estructura del ASI fundamentados tanto en razones teóricas como en el análisis de componentes principales realizado. En cada uno de estos análisis se empleó el método de estimación de la máxima verosimilitud, que explora la capacidad del modelo propuesto para representar los datos de forma adecuada. En general los expertos recomiendan utilizar múltiples índices de ajuste (Byrne, 2010; Hoyle & Panter, 1995), por lo que en el presente estudio se calcularon los siguientes: Chi-cuadrado, Chi-cuadrado relativo (CMIN/DF), índice de bondad de ajuste (GFI) y su variante ajustada (AGFI), índice de ajuste comparativo (CFI), y error de aproximación de la raíz cuadrada media (RMSEA).

La prueba Chi-cuadrado indica el ajuste absoluto del modelo, y por lo general se calcula junto con un Chi-cuadrado relativo (CMIN/DF, dividido por los grados de libertad). Valores menores a 2 indican un buen ajuste del modelo (Shumacker & Lomax, 2004). Tanto el GFI como el AGFI son índices de ajuste que oscilan entre 0 y 1, considerándose como adecuados aquellos modelos que superan 0.9 (Hoyle & Panter, 1995). El CFI es un índice comparativo entre el modelo propuesto y un modelo de base en el cual se asume que las variables observadas no están correlacionadas unas con otras. Un valor CFI de 0.9 es el mínimo requerido para aceptar el modelo (Byrne, 2010). Por último, el RMSEA, que permite evaluar la parsimonia del modelo, indica un muy buen ajuste con valores por debajo de 0.05, aunque también son considerados adecuados aquellos por debajo de 0.08 (Shumacker & Lomax, 2004).

La estructura del ASI se analizó mediante dos AFC. En el primer análisis se puso a prueba una estructura de dos factores unidimensionales (SH y SB). En el segundo análisis, se examinó un modelo bifactorial: el SH como factor unidimensional y el SB como factor de segundo orden, integrado por tres componentes identificados como paternalismo protector, diferenciación de género complementaria, e intimidad heterosexual. Tanto el primer AFC (χ2 (126) = 107.49; CMIN/DF= 0.85; GFI= 0.97; AGFI= 0.95; CFI= 1.00; RMSEA= 0.00), como el segundo (χ2 (156) = 179.38; CMIN/DF= 1.15; GFI= 0.95; AGFI= 0.93; CFI= 0.99; RMSEA= 0.02) arrojaron buenos índices de ajuste, corroborando la estructura multidimensional del sexismo. Estos resultados se muestran en la Tabla 3.

Tabla 3. Índices de bondad de ajuste de los modelos de sexismo examinados

Modelos

χ2

DF

CMIN/DF

GFI

AGFI

CFI

RMSEA

1. SH y SB (unidimensionales)

107.49

126

0.85

0.97

0.95

1.00

0.00

2. SH y SB (segundo orden)

179.38

156

1.15

0.95

0.93

0.99

0.02

χ2 = Chi-cuadrado; DF= grados de libertad; CMIN/DF = χ2 relativo; GFI = índice de bondad de ajuste (GFI); AGFI = variante ajustada del GFI; CFI = índice de ajuste comparativo (CFI); RMSEA = error de aproximación de la raíz cuadrada media.

Con miras a analizar la validez convergente del instrumento se calculó un análisis de correlación bivariada entre las dimensiones del sexismo (SH, SB) y los puntajes en actitudes sociales, neosexismo y deseabilidad social, considerándose, a su vez, las puntuaciones totales obtenidas en el ASI. En la Tabla 4 se presentan las medias, las desviaciones típicas y las correlaciones entre tales variables.

Tabla 4. Índices descriptivos y coeficientes de correlación entre las puntuaciones obtenidas en el ASI (SH, SB y escala total) y el resto de las variables exploradas

Variables

1

2

3

4

5

6

7

1. SH

--

 

 

 

 

 

 

2. SB

.36**

--

 

 

 

 

 

3. Sexismo Ambivalente

.85**

.80**

--

 

 

 

 

4. Neosexismo

.64**

.32**

.59**

--

 

 

 

5. Conservador-Radical

-.36**

-.29**

-.40**

-.37**

--

 

 

6. Mentalidad Dura-Tierna

-.30**

-.11*

-.26**

-.21**

.27**

--

 

7. Deseabilidad social

-.18**

ns

ns

ns

ns

.26**

--

Media

3.19

3.11

3.15

2.52

3.29

2.78

3.85

Desviación típica

0.75

0.67

0.59

0.67

0.47

0.37

2.70

 * p < .05; ** p < .01

Como se observa, las dimensiones del ASI se correlacionaron significativa y positivamente entre sí, aunque tales relaciones no son lo suficientemente importantes como para sospechar problemas de multicolinealidad. De hecho, la teoría del sexismo ambivalente anticipa esta asociación. Asimismo, las dos facetas del sexismo presentaron correlaciones significativas en las direcciones esperadas. En este sentido, el SH se correlacionó positivamente con neosexismo (r= .64, p < .01), y negativamente con radicalismo (r= -.36, p < .01), mentalidad tierna (r= -.30, p < .01) y deseabilidad social (r= -.18, p < .01). Por su parte, el SB se asoció positivamente con neosexismo (r= .32, p < .01) y negativamente con radicalismo (r= -.29, p < .01) y con mentalidad tierna (r= -.11, p < .05). A su vez, los puntajes totales en el ASI se vincularon positivamente con neosexismo (r= .59, p < .01) y negativamente con radicalismo (r= -.40, p < .01) y con mentalidad tierna (r= -.26, p < .01).

Seguidamente, se analizó la validez discriminante del instrumento mediante el cálculo de un análisis de correlación parcial, por coincidir con Glick y Fiske (2001) en el sentido que, una vez controlada su relación con SH, la escala SB mostraría validez discriminante con respecto a otras medidas de sexismo. La correlación parcial calculada apoyó el planteo de los autores, ya que al controlar la influencia del SH, la relación del SB con neosexismo se redujo drásticamente (r= .12, p = .02).

Por último, la confiabilidad fue evaluada a través del cálculo de coeficientes alpha de Cronbach (Tabla 2). Se obtuvieron adecuados valores de consistencia interna para todas las dimensiones del sexismo y un coeficiente de .87 para la escala total.

Discusión

El presente trabajo tuvo como propósito adaptar, validar y explorar las propiedades psicométricas del ASI para su empleo con sujetos argentinos. Los resultados obtenidos indican que el inventario posee adecuadas propiedades psicométricas (consistencia interna y validez factorial), constituyéndose en un buen instrumento para medir el sexismo ambivalente en el contexto argentino.

El análisis de componentes principales efectuado arrojó una estructura de cuatro factores, que explicó el 52.6% de la varianza total. En la misma, el SH se presentó como un factor unidimensional y el SB como un factor de orden superior, con tres subdimensiones: paternalismo protector, diferenciación de género complementaria, e intimidad heterosexual. Tal estructura factorial coincide con validaciones del ASI realizadas en otras culturas (Cárdenas et al., 2010; Cruz Torres et al., 2005; Glick & Fiske, 1996; Glick et al., 2000). Si bien el SH surge como una variable unidimensional, los propios autores (Glick & Fiske, 2001) afirman que los aspectos vinculados con los subdominios hipotetizados para este tipo de sexismo se encuentran integrados en la escala, desde el momento que el paternalismo dominante se refleja en el antifeminismo y en la noción general de que las mujeres buscan poder sobre los hombres; la diferenciación de género competitiva se observa en la idea de que las mujeres no pueden sostener una verdadera competencia con los hombres, desean favores especiales, y se quejan de discriminación cuando pierden en una competición justa; y la hostilidad heterosexual se encuentra en la caracterización de muchas mujeres como “simuladoras sexuales” y en la creencia de que ellas buscan controlar a los hombres en las relaciones románticas heterosexuales.

La validez de constructo también fue examinada mediante un análisis factorial confirmatorio. Los resultados indicaron buenos índices de ajuste tanto para el modelo de dos factores unidimensionales (SH y SB) como para el que incluye el SB como un factor de segundo orden. Los índices correspondientes a este último modelo aportan evidencia en favor de los estudios iniciales de Glick y Fiske (1996), quienes obtuvieron una estructura factorial de iguales características. El ajuste adecuado de ambos modelos demuestra la importancia de concebir el sexismo como un constructo multidimensional. En cuanto a la confiabilidad del instrumento, se obtuvieron buenos índices de consistencia interna tanto para la escala total (α = .87) como para cada subescala (SH, α = .88 y SB, α = .82).

En línea con lo anterior, los análisis de correlaciones evidenciaron validez convergente para el SH y validez discriminante para el SB. En este sentido, se registró una elevada correlación entre el SH y las actitudes neosexistas, al tiempo que el SB, una vez controlado el SH, mostró una asociación muy débil con estas actitudes. Similares resultados fueron informados por otros autores (Expósito et al., 1998; Glick & Fiske, 2001; Glick et al, 2000), indicando que el SB constituye una forma distintiva de sexismo, no explorada anteriormente por otros instrumentos de medición. A su vez, de acuerdo con Glick y Fiske, correlaciones positivas entre SH y SB, como las obtenidas en el presente estudio, sugieren que tales prejuicios funcionan a nivel cultural como ideologías complementarias, proveyendo un sistema de recompensas y castigos que justifica y mantiene la inequidad de género. Por otra parte, las facetas del sexismo se vincularon negativamente con mentalidad tierna y con radicalismo, indicando que aquellas personas con tendencias conservadoras y con “mentalidad dura” –usualmente caracterizadas como egoístas, hostiles, desconfiadas y prejuiciosas– exhibirían mayores actitudes sexistas hacia la mujer.

Como todo trabajo empírico, el presente se caracteriza por algunas fortalezas y debilidades. Entre las limitaciones hay que remarcar la composición de la muestra en estudio, ya que su selección por disponibilidad impediría la generalización de los resultados a toda la población de adultos argentinos. Con el propósito de minimizar este inconveniente, se han incluido en la muestra tanto trabajadores como estudiantes, lo cual distingue el presente trabajo de estudios previos, ejecutados casi exclusivamente con muestras de estudiantes. Otra debilidad del estudio podría estar vinculada al carácter autodescriptivo de los instrumentos empleados para la recolección de los datos, aspecto que podría haber generado algunos sesgos derivados de la varianza del método común. Entre las fortalezas, no se puede dejar de señalar el empleo del ACF como complemento del análisis exploratorio para determinar la validez del instrumento. Procedimiento que ha permitido confirmar que el SH y el SB son constructos teóricamente coherentes y aptos para operacionalizar el sexismo ambivalente. Por lo que, a partir de los análisis realizados, se puede concluir diciendo que aunque la teoría del sexismo ambivalente ha sido desarrollada en un contexto sociopolítico y económico distinto al argentino, es aplicable transculturalmente, y que las propiedades psicométricas de la versión adaptada del ASI lo transforman en un instrumento idóneo para medir el sexismo a nivel local.

Referencias

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Notas

(1)     Doctorando en Psicología. Becario del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Universidad Nacional de Rosario, Argentina. E-mail: juandvaamonde@yahoo.com.ar

(2)     Doctora en Psicología. Investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Universidad Nacional de Rosario, Argentina. E-mail: agomar@arnet.com.ar, NUEVO MAIL: agraomar@yahoo.com

El presente trabajo ha sido realizado en el marco de la Beca Doctoral otorgada al primer autor por el CONICET, y dirigida por la segunda autora.